Antipsicóticos a grandes rasgos

Clásicamente, los fármacos antipsicóticos se han divididos en dos grandes grupos, los antipsicóticos típicos, también llamados clásicos, y los atípicos.

Dentro de los clasificados como típicos se encuentran:

• Fenotiazinas (clorpromacina y tioridacina): Son antagonistas de los receptores D2 en la vía mesolímbica-cortical, antagonistas de receptores muscarínicos adrenérgicos alfa 1 y 5 HT. En cuanto a los efectos adversos mas significativos, ya sea por la gravedad de los síntomas o por la frecuencia con la que estos aparecen, se encuentran el síndrome neuroléptico maligno (rigidez musculo-esquelética, hipertermia y estupor), síntomas extrapiramidales, somnolencia, sedación u efectos hipnóticos. Actualmente, se cuenta con un antídoto para este grupo de psicofármacos que es el dantroleno, cuya dosis y manejo complementario depende básicamente del paciente. 

• utirofenonas (haloperidol): Son antagonistas con predominio total hacia el receptor D2. Dado que causa un bloqueo en la vía nigroestriatal, puede causar parkinsonismo, síntomas extrapiramidales marcados como la acatisia, somnolencia e inquietud.

• Clozapina: puede causar agranulocitosis

• Olanzapina

• Rispeidona

• Qetiapina

• Aripiprazol

Dentro de los clasificados como atípicos se encuentran:

Estos fármacos son antagonistas del receptor 5 HT2a pero también pueden causar antagonismo de receptores alfa 1, muscarínicos o de receptores de dopamina. Una de las características principales de los antipsicóticos atípicos, es que no se presentan síntomas etrapiramidales a diferencia de los típicos y por esto, reciben su nombre de atípicos y se consideran mejores que los clásicos. Aun así, esos fa´rmacos también causan efectos adversos como el aumento de peso, la discinecia, distonías por bloqueo de receptores de dopamina, impotencia, insuficiencia eyaculatoria, hipotensión ortostática, sintomas parasimpáticos como la boca  seca, dificultad miccional y estreñimiento entre otros.

Por todo la anterior, es de suma importancia que se consideren los casos individuales de cada paciente al momento de formular un nuevo medicamento o de cambiar uno previamente utilizado, ya que teniendo en cuenta todos los efectos adversos y contraindicaciones que puede tener cada uno de ellos, le pueden beneficiar o hacer mas daño al paciente.